La prisión de mis acciones y mis palabras hoy me encadenan,
es la tristeza mi compañía en soledad,
y los recuerdos de lo mal hecho son mi condena,
ante tu llanto y tu desprecio, ya ten piedad.
Como quisiera poder el tiempo hoy regresar
como quisiera la tolerancia enriquecer
cambiar el rumbo de mis palabras al hablar
y muy profundo en mi destino volverte a ver.
Que me perdones es mi deseo de corazón,
lo imperdonable que son mis hechos y mi traición;
no palidezcas con mi presencia es mi razón,
cura tu herida y tu amargura con bendición
Sana tu pecho de aquel dolor que te encadena,
sana mi alma con el perdón de mi sentencia,
es agonía tu sufrimiento, me causa pena,
pena infinita que me remuerde, hoy la conciencia
Te he dado vida con el fruto de un gran amor,
te vi creciendo, dando los pasos con protección,
flor de mis ojos te han lastimado, es tu dolor,
y ese secreto te haz guardado con gran temor.
Con mano dura, puse mis reglas sin tu opinión,
ya haz crecido y tus decisiones tomando vas,
y por mi ira, mi gran enojo sin redención,
No he comprendido hoy tus acciones, ni como estas.
Fue tu pasado lo que ocultaste y te cambió,
aquella niña de bellos ojos, que no acepto,
ser lastimada, por quien quería, quien la agobió,
y fue tu padre, tu propia sangre, te lastimó.
Culpa sincera, remordimiento siente mi ser,
que por palabras mal pronunciadas, sin comprensión,
con mucha ira y sin pensamiento hace entender,
con amargura lo que no siente mi corazón.
Fue una locura lo que te dije aquella tarde,
y no comprendo por que lo hice sin razonar,
tal vez la angustia de aquel secreto que me contaste,
causo palabras incoherentes en mi pensar.
Pido clemencia, pido indulgencia por mi error,
hoy te suplico, hoy te imploro más que perdón,
aunque merezca bien tu desprecio y tu rencor
no condenemos más nuestras vidas sin salvación.
Ven a mis brazos, mi pequeñita, mi corazón,
recuperemos ya lo perdido nosotros dos
y perdonemos nuestras acciones con comprensión,
ya regresemos por el sendero con nuestro Dios.
Para mi amada hija Haddy Zulay
